Nada tuvo jamás ningún sentido,
ni el cuanto ni el instante de las rosas,
las letras del babero o en las losas
las cifras que recuentan lo vencido,
vencido en laberintos y espirales
el tiempo que se hunde en los pantanos
y eructa desde el fondo sus metanos
viciados de entelequias y rituales,
rituales, espectáculos, proezas,
pequeñas golosinas del ayuno,
nada tuvo jamás sentido alguno,
dudosos cada día y sus certezas,
certezas anegadas por la riada,
jamás ningún sentido tuvo nada.
egm.2020